
No cabe duda que el Derecho no puede vivir en solitario, la disciplina jurídica para nutrirse de la vida necesita de la sabiduría de otras disciplinas, la historia, la sociología, la informática, la economía, la medicina, y sobretodo la literatura. El Derecho sin alma se convierte en una forma metálica de sentir la ley, el Derecho como Literatura respira vitalidad, armonía y justicia poética. Una muestra de esa alianza entre Derecho & Literatura se encuentar plasmada en el libro
"El Otro Corazón del Derecho" (2011) publicado por Editorial Cascahuesos de mi autoría, y que intenta desplegar las palabras, emprender el vuelo en el universo digital, para lo cual lo único que necesita es un conjunto de lectores bien dispuestos a creer que a través del Derecho también se cuentan historias, vidas y emociones jurídicas.